sábado, 29 de septiembre de 2012

Tortellinis de setas





Ingredientes:

  • 300 g de sémola de trigo fina
  • 1 lata de champiñones
  • 2 setas shiitake
  • 2 ajos
  • Harina de trigo o proteína de guisante
  • vino blanco
  • 1 cucharada de perejil picado
  • pimienta negra y sal
  • agua


Preparación:

Mezclamos la sémola de trigo con agua hasta formar una bola. La dejamos reposar cubierta durante dos horas.

Ponemos a hidratar las setas shiitake en medio vaso de agua y luego las batimos un poco junto con los champiñones para hacer una especie de puré en el que se noten los trocitos. En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva, añadimos los ajos picados muy finos y los sofreímos un poco a fuego bajo. Luego añadimos el triturado de setas y removemos bien. Agregamos una cucharada y media de harina de trigo o de proteína de guisante (sirve para espesar igual, con la ventaja de que aumenta el valor proteico del plato) y lo mezclamos. Después añadimos el perejil, el agua de hidratar las setas shiitake y un chorro de vino blanco y dejamos que reduzca. Cuando esté un poco espeso lo salpimentamos al gusto, apagamos el fuego y lo dejamos enfriar.

Enharinamos bien una superficie, estiramos la masa al máximo (hasta que tenga apenas 1 o 2 mm de grosor) y con un cortamasas hacemos cuadraditos del tamaño que queramos (yo los hice de unos 2,5 cm de lado, y quedan unos tortellinis de un tamaño mediano), utilizando más harina cada vez que lo necesitemos para que la masa no se pegue al rodillo o a la mesa.

Con una máquina de hacer pasta en casa la tarea de estirar la masa se simplifica mucho.

Cuando tengamos todos los cuadraditos marcados ponemos una bolita del relleno en el centro de cada uno.

En este vídeo que he encontrado en Youtube queda muy claro el procedimiento para formar los tortellinis:



Quedan así:




Según los vayamos formando hay que tener la precaución de dejarlos sobre una superficie enharinada para que no se peguen. Cuando terminemos se ponen a hervir por tandas en agua abundante y cuando floten ya están listos (tardan muy poco, apenas 1 o 2 minutos).


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Tarta de limón


Esta es la tarta de cumpleaños que preparé para cierta personita no hace demasiado tiempo. Aunque no es la mejor tarta que uno pueda imaginar (la fecha me pilló en plenos exámenes de septiembre) a mí me pareció que estaba muy buena. El truco de cambiar el bizcocho por pan de molde hace esta receta muy facilona.



Ingredientes para una tarta de 16 cm de diámetro:
  • Pan de molde vegano (yo utilicé uno sin aditivos).
  • 3 cucharadas de harina fina de maíz
  • Un limón grande
  • Nata de montar vegana
  • 0.5 g de agar agar
  • Cúrcuma
  • Azúcar
  • Leche de soja

Procedimiento:

Se necesita un molde desmontable para tartas, al que cubriremos el fondo con papel vegetal.

Preparamos una crema de limón mezclando en un cazo la maicena, una pizca de cúrcuma, 80 ml de leche de soja y limón y azúcar al gusto (yo puse el zumo de medio limón bastante grande y una cucharada y media de azúcar). Se mezcla bien hasta que quede homogéneo y se pone al fuego sin parar de remover hasta que hierva y espese. Se deja enfriar.

Montar la nata según las instrucciones del envase.

En caso de que el pan de molde tenga corteza es necesario quitársela. Colocamos una primera capa de pan de molde en el fondo del molde cubriéndolo bien (hay que hacer un pequeño puzzle) y lo regamos con leche de soja, de tal manera que quede humedecido pero no chorree (utilicé un pincel de silicona para esto). Después le ponemos una capa de la crema de limón fría que hemos preparado y con una espátula allanamos su superficie. Luego es momento de colocar otra capa de pan de molde humedecido, y a continuación ponemos una capa uniforme de nata montada.

Para rematar la tarta rallamos la cáscara de un limón en un cacito y añadimos el agar agar, una cucharada de azúcar y 125 ml de agua. Dejamos hervir un par de minutos y esperamos a que se temple (que no esté muy caliente pero aún sea un líquido viscoso). Lo vertemos por encima de la tarta de manera que cubra la superficie de la nata.

Refrigeramos la tarta por lo menos un par de horas.