Ingredientes:
- 300 gr de harina integral
- 150 gr de harina de centeno
- 15 gramos de levadura panadera fresca
- 1/2 de cucharadita de sal
- dos puñaditos de nueces picadas
- agua
- aceite de oliva para engrasar el molde
Procedimiento:
Pesamos las harinas y la levadura y las mezclamos bien, desmenuzando el bloquecito de levadura con las manos hasta que sea imperceptible. Añadimos las nueces. Con una cuchara o espátula de madera, removemos la mezcla a la vez que vamos añadiendo agua hasta obtener una masa consistente, homogénea y bastante pegajosa (la cantidad final varía mucho con cada harina, en este caso yo utilicé aproximadamente un vaso y medio de agua). Cuando la masa haya adquirido cuerpo, podemos enharinar una superficie limpia y pasar a amasarla allí durante unos 10 minutos. Si tenemos una máquina amasadora, podemos dejar que nos haga ella el trabajo :)
Dejamos reposar la masa durante una hora y media cubierta con un trapo para que no se seque.
Después engrasamos un molde para horno con aceite de oliva (también sirve cualquier otro aceite o incluso margarina), vertemos la masa, nos aseguramos de que cubre el molde uniformemente y lo dejamos fermentar otra hora más.
Posteriormente no queda más que meterlo en el horno precalentado a 200ºC durante aproximadamente 35 minutos y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
En mi caso para la cocción he utilizado una cazuela-horno como esta (35 minutos a fuego medio). Me resulta mucho más práctica porque entre otras cosas no requiere precalentar, aunque tiene el inconveniente de que los panes grandes solamente los puedes hacer con forma de rosca, jeje...
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