Ingredientes:
- Un volumen de frutos secos crudos (en este caso sésamo)
- Un volumen de azúcar
- Un volumen de agua
Preparación:
En una cazuela sin aceite, tostamos ligeramente los frutos secos.
Añadimos el azúcar y el agua y removermos con una espátula de madera para que se disuelva bien.
Dejamos que el agua se vaya evaporando a fuego medio. Cuando veamos que le queda poco lo bajamos al mínimo y empezamos a remover. Continuamos hasta que la mezcla haya tomado un color pardo y huela a caramelo.
Extendemos una hoja de papel vegetal sobre una mesa y volcamos el contenido de la cazuela rápidamente. Lo extendemos deprisa para que no se enfríe, intentando separar al máximo los frutos secos entre sí con la espátula de mandera.
Una vez enfriado, podemos terminarlos de separar con los dedos.
En este caso utilicé sésamo que al ser tan pequeño no conseguí separar del todo bien. De igual manera el resultado es delicioso.
Se parece bastante al turrón de sésamo que una vez probé en Madrid en casa de una vegana loca.
ResponderEliminarPor cierto, es àcrata (accent obert) :-p
¡Voy a garrapiñar pistachos! :aaa:
ResponderEliminarYa he modificado el acento, señor tiquismiquis :P
ResponderEliminarErinna, ¡ya me dirás que tal quedan los pistachillos!